La tecnología de RAGIE, miembro de RedCLARA, permite que los estudiantes de la Universidad del Valle de Guatemala, obtengan mejor formación al recibir clases de sus maestros que están en Europa mediante el uso de las videoconferencias.
Las experiencias de educación a distancia son cada vez más frecuentes en Latinoamérica , pues la mayoría va reconociendo que el aprendizaje no siempre tiene que ser presencial y que se puede tener una formación de alta calidad usando tecnología. Además, el uso de redes permite que alumnos tengan a acceso a catedráticos mejor preparados, provenientes de distintos países, que transmiten sus conocimientos en videoconferencia, con total precisión.
Es el caso de alumnos de la Universidad del Valle, en Guatemala, donde grupos de estudiantes pueden recibir clases de tres catedráticos que están preparándose en su doctorado en Europa. Las clases impartidas por ellos no se detienen, pese a estar en otro continente, gracias a que se utiliza la infraestuctura de la Red Avanzada Guatemalteca para la Investigación y Educación (RAGIE), miembro de RedCLARA.
Luis Furlán, director RAGIE, comparte la experiencia: “Esos profesores están estudiando su doctorado en el extranjero, tienen un nivel avanzado que comparten con los alumnos. En el país no hay personas con doctorados en esas áreas, así que el sistema de videoconferencia le permitió a los alumnos tener una mejor formación”, comenta. “Le estamos sacando ventaja aquí en la Universidad del Valle a lo que es todo el sistema de videoconferencia, tenemos diferentes instancias de uso, desde transmisión de cursos nuestros hacia afuera hasta la recepción de cursos de otras Universidades para acá”, añade.
Aunque desde diciembre de 2005 se sigue esta dinámica de recibir algunas clases por videoconferencia, es hasta 2008 que se reciben cátedras por esa vía, con mayor continuidad. Furlán explica que se imparten cursos completos de un semestre, que incluyen dos o tres reuniones a la semana, cada uno con un mínimo de 15 alumnos.
“Todos son cursos de licenciatura. Dos eran cursos de la Licenciatura en Ciencias de la Computación, otro en Antropología. También hubo un curso de una Maestría en Psicología” afirma.
Los alumnos que toman estos cursos se encuentran con muchos beneficios, tales como el hecho mismo de contar con profesores que tienen un grado de Doctorado o Maestría en disciplinas que quizás no son tan frecuentes en Guatemala, permitiendo que su educación sea actualizada. “En el caso de computación, los jóvenes tenían mayor acceso a información de vanguardia que no está disponible localmente. El profesor consultaba, a la vez con sus profesores y asesores, sobre diferentes tecnologías y metodologías, y eso era lo que el utilizaba. Estábamos recibiendo educación de tecnología de punta”, dice Furlán.
Aunque los alumnos se encuentran con que no llegan a conocer bien al profesor, Furlán destaca que hay diferentes formas de compensar eso: se manejan foros, se manejan chats, los estudiantes tiene que poner un poco de información sobre ellos mismos igual que el profesor. “De alguna forma esa especie de contacto frío que mencionaban los estudiantes, se suple un poquito con ese otro sistema también”, detalla.
Además, destaca que a la larga los estudiantes que utilizan un sistema de estos, llegan a conocerse mejor entre sí que si estuvieran en un curso presencial, “donde normalmente uno está sentado escuchando al profesor y no hay mucha interacción con sus colegas”.