Luis Furlán, presidente de la Red Avanzada Guatemalteca de Investigación y Educación (RAGIE), expuso sobre las ventajas de internet avanzado y las diferentes tecnologías de educación a distancia, en un foro realizado en El Salvador. Furlán estuvo presente por videoconferencia y compartió con una audiencia de alrededor de 50 personas.
La educación a distancia es una de las prácticas que ha evolucionado gracias a las tecnologías de información y comunicación. Antaño se hacía por correspondencia, sobre papel y usando las vías del correo tradicional; ahora se practica a través de internet, con videoconferencias y foros que permiten mayor interactividad, incluso en tiempo real.
La Universidad del Valle, de Guatemala, utiliza herramientas tecnológicas para desarrollar educación a distancia desde 1995. Luis Furlán, director del Centro de Estudios en Informática Aplicada de esa entidad –y presidente de RAGIE- compartió esta experiencia con auditorio de alrededor de 50 salvadoreños, entre empresarios, académicos, ingenieros informáticos y comunicadores.
Furlán participó a través de videoconferencia –usando la infraestructura de RAGIE y de su homóloga salvadoreña RAICES-, en un foro organizado en El Salvador: “Impacto de las Tecnologías de Redes para eliminar distancias”, que se llevó a cabo ayer como parte de las celebraciones del Día del Profesional Informático de ese país. El presidente de RAGIE estuvo acompañado de otros dos ponentes guatemaltecos, uno de los cuales viajó a El Salvador.
“Este es uno de los ejemplos claros de cómo las redes eliminan distancias: el sistema de presentaciones que estoy usando, que está en la nube”, dijo al presentarse. La imagen de la videoconferencia era de alta calidad, con una imagen clara y un sonido impecable.
Precisamente esa calidad es la que logra la Universidad del Valle en una serie de cursos que los alumnos reciben vía videoconferencia, gracias a la infraestructura de RAGIE, que es parte de RedCLARA.
Antes de hablar de las bondades y riesgos de la educación a distancia, Furlán aclaró que la base que les permite desarrollarla en la universidad guatemalteca es contar con esa tecnología de redes avanzadas, tal como también cuenta El Salvador, con la Red Avanzada de Investigación, Ciencia y Educación, RAICES, miembro de RedCLARA.
“Podríamos hacer una plática grande sobre RedCLARA, pero hoy solo lo menciono para que sepan que incluso estamos usando esa red avanzada para estas videoconferencias”, acotó.
El presidente de RAGIE explicó que con videoconferencias por internet comercial se experimenta en ocasiones sonido entrecortado o que la imagen se va y regresa. Esto, debido a que internet comercial no garantiza el ancho de banda necesario, pero las redes avanzadas sí, porque está en su diseño garantizarlo. Por ello son muy útiles para educar a distancia.
“En la Universidad del Valle, toda la tecnología nos ha permitido desarrollar el b-learning, una combinación del aprendizaje tradicional y de las nuevas tecnologías, contra lo que es el e-learning, aprendizaje totalmente en línea”, explicó sobre la Universidad del Valle. “En la Universidad hay variedad de cursos totalmente en línea y cursos b learning. La tecnología nos ha permitido trabajar posgrados para los cuales no tenemos la capacidad acá en la Universidad y con convenios con otras universidades del mundo, utilizamos el recurso humano de profesores con doctorados y demás”, añadió.
Furlán puso el ejemplo de un curso de Sociología, que es desarrollado por una profesora de la Universidad que actualmente estudia un doctorado en Inglaterra, y de un curso de inteligencia artificial, que lo imparte un profesor que cursa doctorado en la Universidad de Illinois.
Hay diferentes sistemas que se pueden emplear en educación a distancia como Webconference, LMS y Simulaciones.
Algunos de los beneficios de la educación a distancia son el aprendizaje a ritmo propio, la eliminación de barreras de temporalidad y espacialidad y que permite atención a grupos más grandes. Entre sus problemas están que los profesores no estén capacitados para el uso de estas tecnologías y la llamada “conexión de la última milla”, ya que no se logra que todas las personas estén conectadas.
